
"Tengo un insaciable deseo de seguir produciendo películas. Quiero crear películas que inspiren a los niños" Hayao Miyazaki ,festival de cine de Venecia (2005) .
"Sen to Chihiro no Kamikakushi" del Studio Ghibli, se estrenó en Japón enJulio 20 del 2001, pero al ganar Miyazaki el León de Oro por Toda Una Vida de Trabajo, de pronto se volvió de rigor respetar una película ignorada por las mayorias. Practicamente la ví por puro fastidio, sólo por curiosidad qué tanto hablaban los reciente pseudofanáticos del manga que te miran como bicho raro si no rindes culto a lo que ya ha sido calificado de culto (BAH!). Pero verla ya sin ideas preconcebidas es otra historia, la peli nos muestra el Japón actual -cosa más de los animes domésticos de la t.v.- pero a través de los ojos de Chihiro, una niña que con sus padres se transporta por medio de un túnel a un viaje mágico en un sitio misterioso donde virtualemente TODO es posible . Es impresionante la imaginación del autor y cómo te ataca el cerebro a cada instante con las imágenes desafiantes, Chihiro debe enfrentarse a una amenazante bruja que ha transformado a sus padres en cerdos y recuperar su verdadero nombre para poder regresar al mundo real, pero contará con la ayuda de Haku, un joven que ha olvidado tambien su nombre.
Además de que la aventura le enseñará a conocerse a ella misma y a descubrir el valor de la amistad y la familia -claro está- Sen to Chihiro no sólo es una historia fantástica -y ya tendría gran valor- pues amigos, no hay que olvidar que las películas del Studio Ghibli siempre guardan mensajes escondidos y descifrables a tal punto que son inexpresables, es algo personal para cada espectador. Chihiro será ante todo siempre esa capacidad de soñar que perdemos al alejarnos de la niñez, cuando ella teme, toma una actitud que cualquier joven o adulto joven está experimentando y con la cual puede identificarse, de ahí que el anime tenga ahora en Chihiro, adeptos nuevos y de mayor edad, porque junto con la lucha exterior por la familia y el hogar, está la batalla interior: el temor que todos sentimos al madurar.